Teniendo en cuenta que el mal tiempo no nos iba a dejar escalar mucho en el puente, unos cuantos asiduos de LA NAVE, nos decidimos a visitar la peculiar escuela de Villanueva del Cauche.
Peculiar no solo por su color característico rojizo sino por su singular escalada, placas a bloque con regletillas afiladas, planos y tacos en pinza que hacen hilar fino a cualquier escalador.
De eso dimos buena cuenta todos los que fuimos allí: Jorge, Juan, Joro, Carlos, Pakito, Alex, Ricardo, Eladio y yo.
Nada mas calentar y meternos en la vía El Frescuni, 6b+, comenzamos a arrastrar y a comprobar lo fina que es esta escuela. No iba ser nuestro día.... eso estaba claro. Probamos todo lo "facilillo" que había por allí sin demasiado exito, salvo pakito que en tres pegues pudo hacerse con la vía Ojos Que No Ven ,7b. Yo me dedique a hacer metros ya que fuí con la intencion de probar algo duro pero visto mi calentamiento ya note que los días de inactividad me pasarían factura y decidí arrastrar con los demás y recuperar sensaciones.
Al final del día, Ricardo, nos sorprendió encadenando una vía con la que se había envenenado y que no paró hasta hacerse con ella. Se encuentra a la derecha de la placa roja y suponemos que sera 6c o así.¡ Enhorabuena máquina!.
Después de echar un día estupendo y dejarnos las yemas en las afiladas regletas del lugar, nos fuimos todos a tomar algo al pueblo dando por terminado el día.
A la mañana siguiente solo quedamos tres: Pakito, Eladio y yo y nos fuimos al sector de arriba.
Estaba casi todo mojado y la única que pudimos hacer, aparte de las de calentar que estaban secas, fue la vía Rasca y Pica 7b+ en guía pero que a duras penas llega al 7b o eso nos pareció. La encadenamos Pakito y yo al segundo pegue.
Sin poder hacer nada más arriba nos fuimos al sector principal. Pakito y Eladio ya estaban algo cansados y no quisieron hacer nada más y eso que estaba montada la Diedro Candela, en la cual Pakito se cayó el día anterior a vista casi en la cadena. Yo volví a hacerla pero ahora sí que todo fluía correctamente y a cada paso que daba pensaba en como me podía haber parado aquí ayer. Mis pies iban a su sitio, mi cabeza funcionaba mejor y mis antebrazos no se engarrotaban. En fin hay que escalar más.....
